Entrevistas,Música

joseluiscañadasoler

O sencillamente nosoyjose no puede evitar contar historias en soportes y formatos muy distintos, sea como guionista, redactor creativo y/o realizador, pero en realidad estar vivo es lo que le ocupa la mayor parte de su tiempo.  Se inicia colaborando con Les Nouveaux Auteurs, trabaja para Strike e ingresa en el banco de realizadores de Sofá Films para desarrollar distintos proyectos audiovisuales. Entre sus realizaciones se encuentran videoclips para Los planetas, Sidonie, Pastora, La habitación roja, Beef, Love of lesbian o Élena. Está vinculado a Contigo Producciones, tras colaborar con ellos en el largometraje digital Supermarket se inaugura una nueva etapa muy libre y desinhibida de la que el documental Our Family sólo es el principio de algo que todavía está por venir.  Actualmente prepara El jardín de Lorenzo Higgs, su opera prima para el cine y está levantando HOLLANDFILMS, una productora especializada en lo vírico, mientras tanto tiene tiempo para hablarnos sobre sus videoclips y todo su entorno.

1-«Fascinado» (Sidonie o la viva prueba de la ontología del error.)

joseluiscañadasoler

La historia de este video clip es una bonita historia, pero la historia de un fracaso total con final feliz. Fascinado se pensó como el registro documental de la celebración del día del doble, una fiesta de estilo muy yanky donde se reunieron todas las parejas de gemelos posibles, de distinto sexo, edad y condición. Todos encantadores. En la fiesta estaba prevista la actuación en directo de los Sidoniek, dobles rusos y bigotudos del grupo Sidonie. El material rodado de tan extraordinaria celebración de dobles fue puesto en manos de un editor belga del que nunca más se supo. Literalmente destrozó la idea, no entendió nada, su propuesta de edición era tan lamentable que ni siquiera nos planteamos la posibilidad de remontarlo. El clip que conocemos, tuvo que ser improvisado a toda velocidad en tan solo un par de días, ya sin presupuesto, con la ayuda de amigos, ocupando el campamento de un circo y aprovechando los aviones que cruzaban el cielo de bcn no sé a cuento de qué exhibición aérea. Creo que lo que hace fascinante el producto final es precisamente su génesis demencial e improvisada.

2-«La niña imantada» (Love of Lesbian o como quiero y no puedo.)

Andaba yo tratando de pergeñar un programa de TV en torno a las parafilias pop junto a Sandra Uve cuando apareció Khalo por mi órbita, y también los Love of Lesbian, grupo que por aquel entonces no disponía de ningún clip. El cúmulo de casualidades hizo que el cantante de la banda me confesará ser fan del blog Dadanoias de Khalo, amiga de Sandra Uve y entonces todo coaguló de repente. La idea era hacer un catalogo de parafilias pop contextualizadas en el universo de Khalo. Básicamente la cosa se limitaba a que ella iba a ser violada por todos los peluches de su habitación. El día del rodaje, la banda y el representante de su sello discográfico, se presentaron al set justo cuando un oso de enormes dimensiones estaba sodomizando a la protagonista. Desde ese momento, a pesar de estar muy ocupado en lo mío, sentía un rumor de fondo creciente, algo estaba pasando, así que paré el rodaje y pregunté si había algún problema. Titubeantes, los músicos y su representante consideraban excesivamente obsceno todo aquello de lo que ya tenían noticia por story, briefing y otras zarandangas…Vamos, que tuve que reinventarme sobre la marcha un clip más soft, algo que me acompañó en la edición y que ahora todavía me persigue….

La anécdota divertida del clip es que quien hace el espectacular salto mortal hacia atrás es una artista de circo que doblaba en peso y no se parecía en absoluto a la protagonista, sin embargo, a mi nadie me ha preguntado nunca nada al respecto. Todo cuela, todo.

3- «Mil millones de veces» (Los Planetas o mi primera lección sobre videoclips.)

Mil millones de veces es la historia de un erotómano solitario que colecciona mujeres narcotizadas en su casa, formando así casi parte del mobiliario. Cuando el productor ejecutivo vio mi primera versión se levantó escandalizado de la silla y dijo literalmente «esto no es un video clip», expresión que aun hoy día trato de comprender qué significa. Mi buen amigo de entonces, L.C., persona de talento enorme y sensibilidad exquisita, me ayudó a dar forma de video clip a aquella colección prosaica de mujeres inertes tiradas por toda la casa. Aquí la anécdota es que no tuve tiempo de narcotizar y colocar a todas las mujeres que había convocado, la falta de sintonía entre mis cálculos y el plan de rodaje me dejó sin los casi  mil millones de chicas que me hubiese gustado colocar.

4-«Fumando petas» (de Viva Maestro o como deberían ser los video clips en un mundo menos cool.)

Ferran y Marta Calvò de contigo producciones me devolvieron la alegría de poder hacer lo que me de la gana. Viva Maestro no era solo un grupo, sino toda una familia que el resto del mundo llamaría disfuncional y yo genial. Cuando los conocí, como les pasa a los músicos de verdad, no tenían ni un duro para hacer un video clip, así que se nos ocurrió invitarles a un casting de gente peculiar que organizamos en un piso para una marca e instalamos una cámara para que los asistentes dejaran mensajes del tipo que quisieran mientras esperaban a su sesión de fotos. La idea es que Viva Maestro cantará una canción, de modo que así ya tendrían video clip. Lo alucinante de este asunto es que cuando comenzaron a cantar, los asistentes al casting fliparon tanto con su natural desparpajo que cuando se les llamaba a hacer su foto te decían «espera, espera un momento a que terminen». Precioso, humanidad en estado puro. La cosa nos gustó tanto que el casting que servía de video clip término siendo también un documental sobre no sé muy bien qué: OUR FAMILY. Una de las cosas que más me gusta del clip es que demuestra que no todas las familias son tan lamentables como aparentan y, sobre todo, como está perfectamente integrado el video clip en el documental, todo a tiempo real, improvisado. Trozos irrepetibles de vida, sin ensayos, ni plan, ni estilistas, ni cantamañanas. El video se presentó a eurovisión para fracasar estrepitosamente. Un éxito.

5-Sobre el resto de mi experiencia con los videoclips…

Me gustaría decir que todavía no he podido encontrar la música y al artista con el que poder rodar exactamente lo que nos gustaría. En este país los clips son un subproducto tratado de modo lamentable o, lo que es peor, un ensayo arty para futuras promesas de la realización que siempre resultan demasiado empalagosas, infumables, pijas o todo eso a la vez, salvo alguna excepción, claro. Imagino que si publican esto, pensarán que hablo desde el resentimiento del frustrado que responsabiliza al mundo de su falta de talento, pues se trata exactamente de eso. He trabajado con casi todas las discográficas, independientes y multinacionales, he hecho clips en hora y media, hasta un operación triunfo, he visto como artistas con buenas intenciones son abducidos por una industria a la que solo le interesa el negocio fácil a costa del talento de los músicos y los realizadores que tratan de hacer su trabajo. He entrevistado durante cuatro años a los mejores músicos del planeta, a todos los que han pasado por el ahora patético FIB y me ha sorprendido comprobar que, incluso a ese nivel, el grado de obediencia y docilidad para poder seguir en el negocio es algo que está a años luz del espíritu del rock and roll con el que uno sueña de jovencito.

Para terminar, os pongo un ejemplo real de como están las cosas. Me viene un tipo y me propone hacer un clip de esos que ni con el Presupuesto de una gran producción americana llega, y si llegara, el resultado sería el de una gran producción americana, es decir, algo lamentable. Entonces alquilo un bus y le digo que nos vamos al desierto que él imagina, con todos los extras que necesita, que no se preocupe por nada, que en medio de la nada nos espera todo un equipo con relojes de arena gigantes y gente aspirando la arena del desierto tal y como me pide.

Mi clip es la filmación de la angustia creciente por parte de los ocupantes del bus que llevan 24 horas extraviado por las carreteras del desierto, sin llegar a ninguna parte. Un excelente trabajo ¿no?

Otro día os hablo de las alegrías que me ha procurado poder conocer a tantas personas con tantas ganas de hacer cosas hermosas.

© Fotografía: Cristina Balboa